domingo, enero 15, 2006

Hermanos pero no primos 07/11/2001

                   HERMANOS  PERO NO PRIMOS


     A principios del siglo XX, concretamente el viernes día 11 de Octubre de 1904 en el nº 464 de la revista “Gedeón”, revista sarcástica en su humor, una especie de “La Codorniz” actual, se ve a un moro rodeado de los representantes de las grandes potencias, Inglaterra, Francia, Alemania y los demás países que años mas tarde firmaron en Algeciras el reparto de África, diciéndoles que todos son hermanos menos el español que es un primo.  Desearía que la palabra moro se leyese sin ánimo peyorativo por mi parte y con la acepción de que es natural del norte de África y originaria ésta de Mauritania.  No es mi ánimo ofender ni que se molesten los suspicaces.  
     Yo creo que esa sátira del dibujante de la época se refería al papel tan desastroso que hacía España en aquéllos años.  El 8 de Abril de 1904 se había firmado el Tratado anglofrancés en la que Francia hace concesiones en Egipto a Inglaterra y ésta deja las manos libres a Francia en el norte de África, en referencia a Argelia,  y España podía conservar lo que ya tenía desde hacía cuatro siglos, Ceuta, Melilla y los Peñones y pare usted de contar, aunque mas tarde le endiñaron el hueso del Yebala (Rif) para que lo royera mientras que los demás se zamparon todo el jamón pata negra.  
     Dicho todo esto y mayormente lo del primo (España) que decía el moro dibujado en 1904 en “Gedeón”, parece que el escenario es el mismo pero con distintos actores.  En España reinaba Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos I  y en Marruecos el tío bisabuelo de Mohamed VI, Mulay Abdelaziz.  Según el árbol genealógico que tengo a mano los hermanos de éste eran Muley Hafid y Muley Yussef siendo éste el padre de Mohamed V y abuelo de Hassán II.  
El llamarle primo a alguien puede tener tres acepciones: la que es ser hijo de tu tío, la mas lógica; también la que se llama con verdadero cariño a alguien, como por ejemplo, los gitanos que a cualquier familiar alejado es su primo, aunque se halla extinguido la consanguinidad, para ellos ser primos es ser familia.  Pero existe la otra, con mas mala leche, que es la que se suele decir a la persona que hace el imbécil cuando lo engañan en sus narices y que proviene de cuando los sucesos del Dos de Mayo en Madrid cuando el mariscal francés Joaquín Murat envió una nota encabezándola con el tratamiento de :”Mi querido primo..” al simplón, mas bien tontorrón, Infante Don Antonio y a la Junta de Gobierno de España, en la que le decía, mas o menos, que si en algún pueblo de España mataban a algún francés él arrasaría ése pueblo (como los nazis, vamos).   La palabra primo, según el protocolo de la casa real era un tratamiento que el Rey daba a algunos grandes de España cuando se dirigía a éstos por medio de documentos; pero el gabacho Murat empleó ésta palabra para mofarse del incauto y crédulo Infante, así como de los miembros de la Junta del Gobierno.  Yo creo que el pueblo español, en aquéllos años tan aciagos, no hizo el primo sino que supo quienes lo hicieron de verdad; en los cuadros de Goya podemos admirar si fueron primos o mártires.
     Cuando nuestro monarca, en el entierro de Hassán II, tuvo que limpiarse las lágrimas por la muerte de éste en presencia de su hijo, el príncipe Mohamed, lo hizo con todo el sentimiento de dolor y pena de haber perdido a un amigo.  Nuestro presidente José María Aznar, al ver las lágrimas que derramaba nuestro rey le ofreció un pañuelo que si se subastara valdría su buen dinero, pero no creo que el presidente lo guardara; pienso que lo echarían a lavar, digo yo.
     El rey de Marruecos Mohamed VI dicen que  es el rey de los pobres, Comendador de los Creyentes de Marruecos y gobierna teocráticamente,  o sea, que ostenta el máximo poder en el reino alauita.   Y dando testimonio de su humildad y amor a su pueblo con ese tanto por ciento (lo ignoro pero dicen que es muy alto) de analfabetismo y de pobreza se ha plantado en el antiguo Sahara español con un boato comparable a “Las Mil y Una Noches”, que me imagino que con ese dinero gastado en tanta pomposidad se hubieran construido o arreglado carreteras que bastante falta hace en los cercanos pueblos a la frontera de nuestra ciudad, Melilla, es un suponer, digo yo.   Por lo visto dicen que posee veinte palacios y también comentan que a lo mejor los entrega a alguna O.N.G (yo me lo creo, que quieren que les diga) para que hagan hospitales y así muchas mujeres marroquíes que van a Melilla a parir lo hagan en su tierra en un hospital que antaño fue un gran palacio con muchas habitaciones y cedido por su  fraterno, abnegado, magnánimo y desinteresado rey y no tener que agradecerle nada a su hermano mayor que siempre está dándole el coñazo y echándole en cara todo lo que recibe desde hace varios siglos en todos los Tratados, aunque sea una mosca cojonera y mosqueona y cierre de un portazo la casa que tiene en Madrid (embajada) y tire la llave al Manzanares y si te he visto no me acuerdo.  
     Yo no conozco al señor Benaisa, ministro de AAEE de Marruecos, pero cuando dice que Ceuta y Melilla son dos ciudades ocupadas me da la impresión, solo impresión que no la risa floja, de que está poniendo en marcha, por mandato de su rey, la gran fabrica de humo construida por el inteligente Hassán II para que no se vea lo que ocurre entre los bastidores del poder, pero menos mal que nuestro ministro Piqué le ha contestado diciendo que éstas ciudades son España a lo que me sumo yo desde estas líneas, que para eso nací en Melilla; ahí, con dos huevos y un palito, como decía uno de Benajarafe y olé.
     Y como la vena poética le viene a uno cuando menos se lo espera, éstos versos navegantes y llenos de espuma de las olas bailonas que van desde esta hermana mayor, Málaga a que las reciba el torreón del Bonete de nuestro Rusadir  se los dedico personalmente a Juan Garbín por el amor que sentimos por Melilla :
     Sobre la roca caliza/ baluartes artillados. /Por sus callejas de cuestas/ salitre que vuela./ Rusadir, “Pueblo”/ fortaleza antigua española/ monumentos en mi alma te hago/ por los héroes muertos/ que son olvidados./
Y sin otra cosa que decir, deseo a todo el mundo que no seamos primos como Murat le dijo al Infante Don Antonio sino hermanos en los que podamos confiar nuestras cuitas y alegrías. Ánimo a todos y reciban un cordial saludo.  Cuidense.



                                                     
     Juan J. Aranda
                                             Málaga 7 de Noviembre 2001