domingo, enero 15, 2006

Agradecimiento a Antonio Aznar 23/10/2001

AGRADECIMIENTO A ANTONIO AZNAR



Hay que ver lo que da de si una buena amistad, de verdad que cuando menos te lo esperas recibes una sorpresa dándote una gran alegría. En una de mis últimas estancias en Melilla en compañía de mi esposa, que por cierto y suerte también, es nacida en la ciudad visitábamos, como es preceptivo, a la família y a los amigos de antaño, amigos de cuando por la Avenida se podía pasear en las tardes de domingos sin ningún coche que te fastidiara hasta la hora de retreta y parte; cuando los pobres soldaditos se daban las famosas carreras hasta la C.O.A. de los cuarteles o la de Cabrerizas para llegar a la hora de pasar lista en el patio de su cuartel, quedando la Avenida solamente con las cuatro parejas de siempre que no paraban de saludarse en toda la tarde, desde la salida del cine a las siete y el paseo hasta las nueve, hora en que la muchacha tenía que pasar su lista y revista en su casa.
Cada vez que visitamos a la familia de Antonio Aznar, en el barrio de Del Real, siempre me quedaba admirado de uno de los cuadros que tiene colgado en su salón. Éste es el escudo de Melilla en relieve, enmarcado en cuadro de unos cuarenta por treinta centímetros mas o menos. La leyenda de los Guzmanes en todo lo alto de la corona en la que se lee la célebre frase de preferir que muera su familia antes de entregar la plaza: “Praeferre Patriam Liber Parentem Decet” se puede leer fácilmente. El color rojo o gule de los castillos y el de plata de los leones se pueden ver perfectamente rodeando las dos cacerolas o calderetas con las serpientes (sierpes) del color verde o sinople, como es natural en los blasones y escudos heráldicos. El manto que rodea las dos columnas del Nom Plus Ultra en el que se puede leer la famosa leyenda, según pude saber hace ya muchos años, algunos Grandes de España las poseen pero otros no, en este caso la Casa Ducal de Medina Sidonia si que lo tiene ya que figura en nuestro escudo. Desde el 11 de Marzo de 1913, como todo el mundo sabe, Alfonso XIII nos lo concedió: “Queriendo dar una prueba de mi Real aprecio a la Plaza de Melilla y en atención a los próceres.....”. Y porque ya era hora de que nuestra ciudad tuviera un escudo representativo como cualquier ciudad española.
El dragón que esta debajo del escudo siempre me intrigó y mas teniendo una lanza clavada en la boca, pero gracias a Constantino Domínguez, autor de “Melillerías” y de un librito turístico sobre Melilla, supe el motivo. Por lo visto Alonso Pérez de Guzmán que luchaba a favor del rey amerindia, Abú Abdalah Abu Yusef Yacob, mató una gran serpiente (el dragón) que estaba asustando y matando a muchas personas en las cercanías de Fez y éste en agradecimiento ordenó que le pintaran un dragón en el escudo del leonés para así perpetuar la hazaña y se recordase su valor para las generaciones venideras. Yo tengo un poema de protesta a mucha gente que habla sin razón alguna sobre nuestra ciudad y nuestro escudo por su composición, parece que me brinda la oportunidad. Conste que lo escribí allá por los años en que el señor Dudú campaba por sus respetos en la política española en 1985, cuando los sucesos de la Plaza de España. El poema dice así: “ Heráldico escudo de León y Castilla,/ con gules los castillos/ y plata sus leones./ Como un antepasado en Tarifa/ un Guzmán lanza un puñal./ Sus dos calderas de serpientes/ siete son en cada una. / El Non Plus Ultra con sus columnas/ como algunos grandes de España/ manto y corona llevan. / El dragón que aguanta el escudo/ en su boca una lanza clavada lleva. / Melilla al igual que su dragón/ y en el mismo sitio en España/ la espina lleva clavada de algunos/ españoles por su sinrazón./
Esa espina de desidia, de malas informaciones, también de insidias y a veces de políticos con sus peleas de patio de vecinos es la que nuestra ciudad lleva clavada sin merecerlo. Si se fijan que el dragón esta abajo y fuera del escudo y Melilla se encuentra también fuera y al sur de la Península la analogía es perfecta.
Antonio Aznar, como ya digo, es un buen amigo y cada vez que cruza la mar con dirección a Málaga, me mima con los regalos referentes a nuestra ciudad; todos llenos de sentimientos encontrados. Yo me dejo llevar por la ilusión, siendo el recuerdo constante y además que en lo referente al escudo éste es muy bonito y no saben ustedes la alegría que da cuando circulas por cualquier carretera de la Península y te encuentras detrás o delante de un coche con la matrícula de nuestra ciudad o con la de otro municipio pero éste con un pequeño escudo o con una pegatina en la parte trasera o delantera donde, a veces, figura “Melilla”, como yo lo llevo porque hay que hacer patria. Aunque sea utópico, ilusorio y no vaya a ningún lado, pareciendo una tontería, yo personalmente propondría al responsable de la Ciudad Autónoma que me enviase unas pocas pegatinas para repartirlas a melillenses residentes en Málaga, que somos muchos miles de los que conozco bastantes de ellos. Y si mi persona no es de merecida confianza existen unas entidades como son las “Casas de Melilla” en muchas ciudades que bien podrían repartir toda la propaganda que el responsable de Cultura de la Ciudad les enviara y no tener que darle el tostón a la familia y amistades para que te envíen algo que te hace ilusión llevarlo en el coche, en la moto o en tu cartera como una condecoración virtual de la ciudad que te vio nacer y de la que estas tan orgulloso. Ya se que éste responsable al leer todo esto no me hará ni caso pero por lo menos ahí queda la idea de “hacer Patria” aquí en ésta otra orilla.
Otra de las maneras de hacer melillismo es llamarle gilipollas, no gilipuertas que parece mas fino y de colegio de curas y de pago, al periodista que hizo el reportaje sobre Melilla en El Periódico de Cataluña y que fue tildado por Imbroda muy finamente de “idiotez supina”, “quedándose pasmado” cuando supo que el reportaje titulado “Juego peligroso en Melilla” decía cosas que ni tenían que ver con la realidad de Melilla ni nada parecido. Yo digo que eso no es nada comparado con lo que se escucha, a veces, de nuestra ciudad, por las informaciones torcidas de mucha gente de pluma fácil y verborrea vomitona, y lo que mas duele es que muchos de los comentarios que se escuchan son de personas que nacieron de Melilla o que han residido allí por lo que te da mas mala leche la cosa.
Antonio y Aurelia: gracias profundas y que nos veamos pronto. Un abrazo amigos.


Juan J. Aranda

Málaga 23 Octubre 2001

Publicado en “Melilla Hoy” el 31 de Octubre de 2001