domingo, enero 15, 2006

Cambios de nombres de calles 05/09/2001


LOS CAMBIOS DE NOMBRES DE LAS CALLES

Hace unos días un amigo me comentaba que en Melilla están cambiando muchos nombres de calles para borrar todo simbolismo del anterior régimen franquista. Me quedé un poco extrañado porque en nuestra ciudad muchos rótulos de sus calles tienen nombres con raíces, con Historia -con mayúsculas- porque verdaderamente Melilla esta inmersa en la Historia de España desde hace cinco siglos, ya sean los protagonistas de esa historia de una u otra ideología política, ambos lucharon por la españolidad de la ciudad y muchos de ellos dejaron sus vidas en los campos de batallas.
Don Benito Pérez Galdós en su “Crónica de Madrid” dice de los militares:
Felices alumnos de Marte, con cuanta candidez se contonean pisoteando airosamente los adoquines. Pueden morir por una gran causa nacional o vencer por un fútil arbitro particular. Su obra es grande, sublime, inmortal o pequeña, rastrera o infructuosa, según se pongan al servicio de los pueblos o a las ordenes de un hombre, según apoyen la libertad o patrocinen una ambición. Comen el sustento que una mano les alarga, vístense los trajes que les dan, empuñan el arma que se les entrega y corren en pos de la gloria, de la derrota o de la muerte”
Ante todo esto yo, un humilde españolito, que tuve el privilegio de haber nacido en Melilla, ciudad que por su historia debe ser conocida, como dice Mir Berlanga, me hago una reflexión como una especie de pregunta extensiva a los responsables de los cambios de nombres en el callejero de la ciudad. Por ejemplo: el de Pablo Neruda, poeta chileno, premio Nobel, comunista, al que admiro y que escribió encendidos poemas en favor de los obreros y de la libertad, y creo que ni siquiera conocía Melilla. Rafael Alberti, poeta, comunista y que también admiro por su gran obra en favor de la libertad, pero que tampoco conocía Melilla y creo que estaba por la labor del abandonismo. Existen veinticinco calles con nombres de ríos españoles, cuatro de cabos geográficos y otros tantos de cabos de cuartel, héroes militares. Sobre estos últimos tengo que decir que están muy bien donde están pero de los geográficos ya me gustaría matizarlo. El nombre de Pablo Iglesias, secretario general del PSOE en la primera década del siglo XX decía sobre la guerra que España libraba entonces pacificando el “Hueso de Yebala” (RIF) que nos dieron para roerlo - mas bien que quedó- en Algeciras: “Hemos de trabajar para que cese la guerra del RIF, producto nefasto de fracasados y cobardes” (teatro Barbieri Madrid, 2 de Mayo de 1912, “El Rif es un campo de experimentación donde España derrocha oro y un exhibicionismo de los señoritos de turno”, mitin celebrado en Talavera de la Reina el 14 de Abril de 1912, “Mientras no se luche con tesón, mientras los campamentos de África sean lugar de veraneo, el Rif no caerá ”, EL Liberal 18 Abril de 1912. Y como estamos echando pelillos de la historia a la mar, pues pondríamos juntos a Napoleón y al alcalde Andrés Torrejón que lo era de Móstoles, que fue el primero que le plantó cara al bajito general desde su humilde pueblo declarándole la guerra, con dos cojones. Yo creo que Melilla debe ser una de las poquísimas ciudades españolas que le tiene dedicada una calle a Napoleón, y creo que es la única. Yo he mirado el callejero de toda España y no lo he encontrado. Al responsable de que el general gabacho tenga una calle en nuestra ciudad, habiendo tantísimos héroes y próceres que consagraron sus vidas por ese pedacito de España, habría que recomendarle que se leyera la historia de la ciudad y ya vería como, a través de cinco siglos, encontraría alguno, y si no lo hallara que se patee las calles del Pueblo al atardecer y en silencio, observe el túnel de Santa Ana, la Puerta de Santiago, la Muralla Real, etc. ; se asome al mar desde las murallas de todos los recintos y verá como alguno de los que murieron defendiéndolas lo saludará con una sonrisa.
He puesto estos ejemplos que son respetables bajo el punto de vista ideológico de las personas que piensan que deben desaparecer toda connotación franquista, porque de eso es lo que de verdad se trata. Los nombres que relaciono a continuación (humildemente se los recomiendo al responsable), para mi todos fueron héroes y otros dedicaron sus vidas a la enseñanza. Todos deben seguir rotulados en las calles de nuestra ciudad, y otros que no están deben figurar en muchas esquinas también, porque la ciudad se los debe, por ejemplo: el del músico Don Julio Moreno Rodríguez, que su vida fue una dedicación exclusiva, y no pluriempleado, en la enseñanza musical a varias generaciones de niños melillenses, que ya propuse desde estas páginas su inclusión en el callejero de la ciudad para que se le recordara y muchos de sus enseñantes nos pudiéramos sentir orgullosos al ver, al cabo de cincuenta años (quizás sean muchos años y crean que se nos ha olvidado de respirar y la hemos palmado casi todos sus alumnos). Nadie que trabaje, mande, dirija u ordene algo, con respecto al ordenamiento de nombres del callejero, en el edificio de la plaza de España se ha dignado contestarme. Al menos yo no he leído nada al respecto. Todos los que nombro a continuación, aunque son muchos mas, fueron laureados en las dos primeras décadas del siglo XX: Comandante Don José Royo de Diego, Capitán Don Enrique Guiloche Bonet, Capitán Fernando Fernández de Cuevas, Primer Teniente Don Rafael de los Reyes Martín; General Don Guillermo Pintos Ledesma muerto a la cabeza de sus tropas en el Barranco del Lobo el 27 de Julio de 1909 y no fue laureado; Teniente Coronel Palacios, Capellán Alvaro Moreno, Segundo Teniente De la Portilla Comandante Lopez-Nuño, Teniente Tourné, Capitán Moreno de Guerra, Comandante Fresneda, Capitán Melgar, Cabo Luis Noval Terrós, Teniente Isidoro Oderiz Domínguez, Capitán Celestino Rodríguez Salgado, Capellán Jacinto Martínez Verdasco, Capitán Luís Fernández Herce, Soldado Víctor Aguayo Royuela. Todos estos hombres, por nombrar algunos, militares todos, exceptuando al músico Don Julio Moreno, también militar, los que no tienen sus nombres rotulados, que bien se lo merecieron, la ciudad los tiene entre sus héroes en la Purísima. Y el colmo de los colmos como aquélla propuesta de hace varios años que hizo un dirigente de un partido político de Melilla donde decía que en la plaza de Armas del Pueblo debía erigirse una estatua al rebelde beniurriaguel Abdelkrín El Jatabi. Yo creo que el soldado de la plaza de España se le hubiera caído la cara de vergüenza; los motivos los sabemos todos, a pesar de haber pasado ochenta años.
Si este dirigente político simpatizante, al parecer, de alguien que fue enemigo de España, hubiese propuesto lo mismo en Axdir, pueblo natal de Abdelkrín, lo hubiese visto hasta lógico, por lo de simpatizante, vamos, pero al ser un dirigente español ( ¿ ) de un partido político español quien lo haga ya no lo vería yo tan normal, y creo que caería en el delito de sedición, pero como hace ya tantísimos años, pues venga, mas pelillos de la historia de la ciudad a la mar.
No se si esto va a originar polémica, que no es mi deseo, lo que si repito, a fuerza de hacerme pesado, aunque sea predicar en el desierto, es que a Don Julio Moreno Rodríguez, maestro de música de varias generaciones, rotulen con su nombre una calle, aunque sea la mas humilde de la ciudad; pero si el fue así, humilde y altruista al cien por cien. Reciban un saludo
Juan J. Aranda
Publicado en “Melilla Hoy” el 9 de Septiembre de 2001 Málaga 5/ 9 / 01