domingo, enero 15, 2006

Sobre bibliotecas y edificios 25/10/2001

SOBRE BIBLIOTECAS Y EDIFICIOS


Hace unos meses un amigo bibliotecario que trabaja como tal en la biblioteca “Salvador Rueda” de Ciudad Jardín, aquí en Málaga, me pidió que escribiera algo sobre el tema de la lectura en la revista bimestral que publica la red de bibliotecas municipales de Málaga. Como comprenderán yo me sentí un poco abrumado y a la vez halagado porque mi humilde escritura figurara en una revista que la leen muchísima gente en bibliotecas, escuelas y en la universidad; pero me dije: si el “Melilla Hoy” me publica a menudo mis recuerdos infantiles y alguna que otra crítica sobre la ciudad que me vio nacer, porqué no voy a escribir algo en una revista, aportando mi modestísimo grano de arena que sirve para extender la cultura a mucha gente.
Este amigo bibliotecario me preguntó si en Melilla existían bibliotecas en cada barrio como aquí en Málaga; en Ciudad Jardín existen dos: la “Dámaso Alonso” y la que voy mas a menudo la “Salvador Rueda”. Hay otra que es de la Diputación, la “Cánovas del Castillo” que es una de las mas completas de España. A mi amigo le contesté que no, que en Melilla solo había una y es bastante importante por sus volúmenes y variedad en temas históricos y políticos que ha tenido, y aún tiene, la ciudad.
Yo creo que si a Melilla, en los barrios Del Real, Industrial, Cabrerizas, Ataque Seco, el Príncipe, Tesorillo, etc.; se les dotara de esos encantadores y silenciosos “antros” del saber, mucha gente se alegraría de ello y los niños de los barrios encontrarían ese aliciente de juego y lectura-cultura que bastante falta hace. Alguien dijo, hace ya muchos años, que la inteligencia sirve, no para encontrar la verdad, sino para conducirse en la vida.
Se imaginan ustedes, los que leen este periódico, si el responsable del derribo del edificio modernista, construido en 1914, de la calle Alvaro de Bazán nº 2, hubiese sabido algo sobre la vida y la obra de Enrique Nieto o haya observado una manzana de edificios modernistas existente en Barcelona a la que llaman la “manzana de la discordia”, por su diversidad en sus fachadas, en las que ninguna de ellas es igual. Esta manzana de casas, construidas por varios arquitectos, esta muy cerca de “La Pedrera”, esta construida por Gaudí, donde en su estudio trabajó nuestro Enrique Nieto en el Ensanche barcelonés. Yo creo que si el dueño o el constructor, mas bien el destructor, porque la ha destruido o derribado, que para el caso es lo mismo, se hubiera puesto al día sobre la arquitectura modernista de Melilla, se lo hubiese pensado un poco, no estaríamos hablando de todo este desaguisado, pero así va a llegar el día en que el familiar del Presidente de la Ciudad Autónoma, el entrenador nacional de baloncesto, en la que dice por televisión que en nuestra ciudad existen 900 edificios modernistas, van a tener que retirar el anuncio por mentirosos porque, según este derribo, la ciudad tendría en la actualidad 899 edificios, o sea, uno menos y que quede ahí la destrucción de la cultura modernista de Melilla.
También hay que pedirle a todos los santos, mas bien a los propietarios del edificio de la Avenida nº 2, el del Metropol, uno de los mas emblemáticos de la ciudad no sea pasto de la picota y se lleve a cabo las reparaciones para que se conserve como siempre lo hemos visto y admirado.
No soy economista, ni entiendo de presupuestos municipales ni nada parecido, pero si en la ciudad se librara alguno de ellos, restándoselo a otras organizaciones de “pandereta y cachondeo”, que imagino, solo imagino, algo se llevarán y aunque estas den algunos votos no serían los suficientes, en calidad me refiero, con lo que ganaría la ciudad en las nuevas generaciones si en cada barrio existiese una biblioteca bien surtida. Recuerdo que alguien, hace ya muchos años decía que la calle Mar Chica y el barrio El Polígono eran las “zonas galantes” de Melilla, cuando todo el mundo sabía que era donde se concentraba la prostitución de la ciudad. Esa frase, con lo “galante” que parece ser, quería decir que eran las calles de las putas, pero dichas con esa suavidad cultural, sin querer ofender a las mujeres que comercian con sus cuerpos, venían a decir que esas calles eran la quintaesencia de la caballerosidad y no de la prostitución.


Juan J. Aranda
Málaga 25 de Octubre de 2001


Publicado en “Melilla Hoy” el 28 de Octubre de 2001