domingo, enero 15, 2006

Dichos melillenses 19/07/2001

                             DICHOS MELILLENSES

Quién no ha escuchado o pronunciado alguna vez la frase: “dar la lata” o “eres un latoso”, que para el caso es lo mismo.  Esta es una expresión que nace en Málaga,  en la primera década del siglo que acaba de irse,  por la acción de dar el recipiente en el que se recogían y aún se recogen  las “escurriuras” de las cubas de vino, licores y aguardientes por unas pocas pesetas a quien las pidieran. Esta mezcla explosiva provocaba tal borrachera que transformaba a los bebedores en personas agresivas y pesadas, como casi todos los borrachines.

En las tabernas clásicas del barrio del Perchel se extraían de las cubas por medio de las canillas y colgando de estas habían unas latillas que recogían el goteo. El contenido de las diferentes latillas era mezclado y vendido a los dipsómanos que no tenían muchos cuartos y es lo que se conocía con la expresión: “dar la lata”. Las graves consecuencias que ocasionaba su venta, por las peas o borracheras que cogían quienes se las tomaban hizo que las autoridades las prohibieran perdiéndose así la costumbre tan malagueña en la que muchos creen ver el origen de la famosa frase.  A propósito de las “escurriuras” tengo que decir que aún existen en Málaga alguna que otra taberna que tiene las latillas, como la famosa “Casa de Guardia” situada en  la Alameda Principal;  la escribo con preposición, que es la correcta, aunque algunos le ponen  la contracción  “del”  como si el fundador de esta bodega hubiera sido guardia y lo que realmente es que se apellidaba Guardia.  Sus herederos la explotan actualmente  fabricando unos caldos  que la hacen mas famosa.  En nuestra ciudad  también existían y  aun permanecen abiertas algunas como la Bodega de Madrid en la calle de Castelar o la  que esta cercana a la plaza de los toros; pero la mas antigua, según los viejos de mas de 80 años era  La oficina, situada en la esquina de García Cabrelles y la plaza del Polígono cuyo dueño el señor José,  montañés de Santander, servía el vino con una toalla rodeándole el cuello y como tapa  servía solamente una aceituna, así tal cual y si era partida decía que era una martirizada.
     
El poeta sevillano Baltasar de Alcázar  (1530-1606) decía de las tabernas:
     Si es invención moderna/ vive Dios que no lo se,/ pero afortunada fue/ la invención de la taberna/.  Se que a mucha gente, lo que decía Baltasar de Alcázar no le hace ni chispita de gracia, pero por lo menos la tenía.                                                                                                                                                                

Otra frase que se suele decir a quien no quiere o no ve lo evidente es: “Ves menos que Pepeleshes en Málaga”.  Una vecina de la calle Castellón que era muy malagueña solía decirlo sin saber el  origen de la misma.  Ella  decía : “ anda hija, que ves menos que Pepeleshes en mi tierra ”; su tierra, claro está,  era la ciudad de Málaga. Otra frase que solía decir era que llevaba en Melilla desde la “ riá “ ; o que le llevaba siete años a la “ riá “; yo supongo que sería  una de las que hubo a principios del siglo XX  en Málaga  y siendo una niña  de siete años, su familia se trasladó, como muchas otras, a nuestra ciudad.  
     
Esta frase de Pepeleshes viene de una exclamación que hizo un marino alemán en el puerto de  Málaga cuando los estibadores, por medio de poleas, descargaban de un velero una maquinaria muy delicada. La procedencia de este buque era Hamburgo y el oficial  que mandaba la maniobra desde la cubierta nada mas que decía: “ ¡ ist leicht, ist leicht! ” , que mas o menos quería decir: “ que es fácil, que es fácil”, como dándoles ánimos. Pero aquél “leicht” se convirtió en  “leche”  para los trabajadores del puerto, pasando a la frase famosa: “ ver menos que Pepeleshes en Málaga”.  Como podrán ver hasta bautizaron al teutón con el nombre tan español de Pepe y de apellido Leches  ( Leshes ) , porque fue en el puerto de esta ciudad, y también porque aquí se habla así, donde aquél alemán, por su “miopía”, mas bien su temor a que se rompiera la maquinaria, quería darles a entender a unos trabajadores, acostumbrados a la descarga y carga de buques, que era fácil la misma.  Y una “leshe” para el alemán,  con el trabajo que les costó  a los pobres estibadores  descargar la dichosa maquinaria.

Yo creo que muchas de las frases o dichos populares que se hablan en Melilla, una gran mayoría, sin el ceceo clásico,  que también tiene su gracejo, son de nuestra ciudad hermana de Málaga.  Al menos una gran parte  de melillenses lo creemos  así,  ¿ O no.

                                   Málaga 19 de Julio 2001
                                   Juan J. Aranda

Publicado en “Melilla Hoy” el 22 de Julio de 2001